—Déjame echar un vistazo primero.
Song Yun tomó el teléfono de Ye Qingqing con curiosidad, y cuando vio la imagen de la mujer teniendo una aventura con Joshua Child en el coche, se quedó atónito.
—¿Hay algo raro?
—¡No, no, no! ¡Esta foto! ¡Es increíblemente genial!
Song Yun de repente abrazó fuertemente a Ye Qingqing y le dio a su esposa un gran beso antes de estallar en una sonora carcajada. ¡La mujer en la imagen no era otra que la esposa del agregado militar del Consulado General con quien habían tenido un conflicto hace unos días!
Ese día, Song Yun había olido algo extraño en ella, ¡pero nunca esperó que fuera el aroma de una aventura con Joshua Child!
Si estas fotos se hicieran públicas mañana, ¡tsk, tsk, tsk!
¡Creía que ni siquiera necesitaría mover un dedo antes de que comenzaran a caer en el caos por sí mismos!