Finalmente, la verdad salió a la luz. Bai Jingbing apenas podía creer lo que veían sus ojos mientras miraba a su hermano menor, ¡cuyo comportamiento excesivo fuera nunca había causado semejante problema antes!
¡¿Cómo se había atrevido a hacer esto?!
—¡Bai Haoxue! ¿Te das cuenta de que tus deseos egoístas casi llevaron a nuestro padre a la muerte?
Bai Jingbing golpeó la mesa con fuerza mientras gritaba.
Bai Haoxue temblaba de miedo, murmurando tímidamente:
—¿Qué demonios ha pasado...
—¡Hmph! ¡Padre fue envenenado con Gu, y el culpable es el padre de esa chica a la que tú perjudicaste!
Bai Jingbing estaba casi fuera de sí de rabia, deseando poder expulsar a este hermano vergonzoso de la familia.
—Ahora que todos saben lo que pasó, ¿qué planeas hacer? —preguntó tranquilamente Song Yun desde un lado.
Esta pregunta dejó perplejo a Bai Jingbing, cuyo primer pensamiento fue minimizar el incidente ahora que el culpable había sido castigado, como si nada hubiera pasado.