—¿No están acosando demasiado a la gente? ¿Ahora abrir una tienda viene con diferentes rangos? —Yuan Siyi dijo con desagrado—. ¿Acaso la ropa de sus miembros se ensucia y no causa enfermedades cuando la usan los niños?
La expresión de Jiao Lu cambió ligeramente al escuchar esto, la impaciencia en sus ojos creciendo más fuerte.
—Sí, sí, sí, todos ustedes tienen razón, pero si no son VIP de nuestra tienda, ¡no pueden tocar la ropa a su antojo! ¡Esa es la regla!
—¿La regla de quién? —preguntó Song Yun con indiferencia.
—No importa de quién sea, o compras esa prenda directamente o vas a mirar en otra tienda. Por supuesto, si estás dispuesto a gastar decenas de miles para comprar algo y convertirte en VIP, ¡también puedo brindarte un servicio de calidad!