Capítulo 28 - El Sufrimiento del Escéptico y la Postura del Sanador

El dolor atravesó mi pecho como hierro fundido, irradiándose en oleadas que me dejaron sin aliento. Había experimentado dolor antes—huesos rotos, heridas de cuchillo de rivales de negocios que se volvieron rebeldes—pero nada como esto.

—Sr. Vance, por favor intente quedarse quieto —dijo el médico, presionando un estetoscopio contra mi pecho.

Apenas habíamos logrado regresar a Ciudad Havenwood. El equipo de emergencia del hospital me había estabilizado con medicamentos, pero la agonía persistía. Cada latido de mi corazón se sentía como si pudiera ser el último.

—¿Qué me está pasando? —exigí entre dientes apretados.

La expresión del médico se mantuvo profesionalmente neutral, pero capté el destello de preocupación en sus ojos. —Su corazón está severamente tensionado. Las pruebas muestran bloqueos significativos. Hemos hecho lo que podemos con la medicina convencional, pero...

—¿Pero qué? —Mi voz se quebró vergonzosamente.