El estudio quedó en silencio después de mi declaración. El rostro de Leopold palideció, mientras que la expresión de Huxley se endureció en algo feo y frío. La tensión en la habitación era tan densa que casi podía saborearla.
—¿Cómo te atreves a cuestionar mi diagnóstico? —dijo finalmente Huxley, con voz peligrosamente tranquila—. He estudiado con las mentes más brillantes de Europa mientras tú has estado...
—No me importa dónde estudiaste —lo interrumpí—. Me importa la paciente que está arriba y que ha sido mal diagnosticada.
Leopold se interpuso entre nosotros, con las manos levantadas en un gesto conciliador.
—Sr. Knight, aprecio su... preocupación. Pero el Dr. Huxley ha realizado extensas pruebas con equipos que trajo del extranjero. El diagnóstico de hipoglucemia...
—Es incorrecto —afirmé con firmeza—. Su esposa no tiene hipoglucemia. Tiene un aneurisma cerebral que está a punto de romperse.
Jonah soltó una carcajada.