La luz de la mañana temprana se filtraba a través de los árboles mientras Adrian Whitlock estaba de pie ante mí, su rostro curtido no revelaba nada. Mi pregunta quedó suspendida en el aire entre nosotros.
—Derrótame primero —respondió finalmente Adrian, su voz resonando por todo el claro—. Entonces responderé a tu pregunta.
Apreté el puño, la frustración burbujeando dentro de mí.
—Ese no era nuestro acuerdo.
—Los planes cambian. —Adrian clavó su bastón de madera en el suelo—. Muéstrame que el legado de tu padre fluye por algo más que solo tu apariencia.
La revelación de que este hombre conocía a mi padre me provocó una sacudida. Después de años de vacío, aquí estaba alguien con conocimiento real sobre mis orígenes. No podía alejarme.
—Bien. —Eché los hombros hacia atrás, preparándome—. Comencemos.
Adrian asintió, su expresión volviéndose seria.
—Suprimiré mi cultivación para igualar la tuya—Etapa Pico del Establecimiento de la Fundación. No más alto.