CAPÍTULO 7:UNA VERDAD FAMILIAR

El silencio era eterno entre Veguar y Toru, antes que esta cortara la tensión entre ellos.

-Veguar-

Suspirando después de contener la respiración. "Toru, antes que puedas decirme todas mis verdades, quiero contarte el motivo de mi ausencia", dice ella, mientras Toru, quien todavía tiene los ojos clavados en ella.

-Toru-

"Vamos, hablá. Quiero saber dónde estuviste mientras me tuve que cuidar a Hinata estos 7 años", dice sin temblor en su voz, más que dureza.

Antes de inspirar profundamente para calmarse.

-Veguar-

Mira con algo de dudas en sus ojos antes de comenzar a hablar. "Bueno, aquí voy", dice antes de comenzar a caminar fuera del mostrador.

FLASHBACK DEL PASADO:

El aire frío golpeaba fuerte las velas, y el mar estaba violento mientras el pequeño barquito navegaba intentando no hundirse en el mar violento.

-Hombre-

Agarra unos cubos para sacar el agua que se metía en el barco. "Capitana, el mar está muy violento. No vamos a lograr llegar a la Isla Rosa".

Dijo el hombre mientras otros intentaban evitar que el barco se hunda. Veguar, quien tiene una mirada seria y sin miedo a lo violento del mar.

-Veguar-

Sin que su voz tiemble. "Escuchen, no se asusten. Tenemos que llegar a Kiorikon sí o sí", dijo con una urgencia enorme.

Mientras pensaba: "Espérame Yumeka, voy a sacarte de ese lugar", se dice, mirando una foto de Yumeka con su hija mayor y sus dos hijos menores. "Hermano, cómo pudiste hacer eso, imbécil", se pregunta apretando los dientes con rabia.

Antes que una enorme ola se formase frente a ellos.

VOLVIENDO AL PRESENTE:

Toru queda algo aturdido al escuchar lo que oyó.

-Veguar-

Apretando los puños mientras sus ojos se llenan con algo de lágrimas. "En ese día perdí a todos mis hombres bajo esa ola enorme. Apenas llegué con vida a una costa", dice con una voz algo temblorosa, mostrando una parte vulnerable de ella.

"Pero..." dice con la voz entrecortada, "cuando llegué ya era tarde. Me enteré que Yumeka había muerto al dar a luz", exclama con voz algo débil, con una mirada que muestra un arrepentimiento profundo.

Al ver la expresión de culpa de Veguar, Toru comienza a dejar de sentir tanta rabia como antes.

-Toru-

Con la mirada algo menos enojada. "No te culpo tía por todo esto, ya que el que tiene toda la culpa es mi... es ese imbécil que no sirve como padre", exclamó antes de comenzar a buscar algunas cosas para comprar.

-Veguar-

Algo sorprendida por la madurez de Toru.

"Me sorprende que seas tan maduro a tu edad", menciona, limpiándose un poco los ojos. "¿Pero por qué eres tan maduro?"

Esa pregunta hace que Toru se quede un momento quieto antes de seguir tomando algunas cosas.

-Toru-

Mientras toma un paquete de masitas. "Porque tuve que cuidar a mi hermana menor después de la muerte de mi madre", menciona con una pizca de dolor en su voz.

Veguar, sin saber qué decir, baja la cabeza y pregunta mientras se sienta en una silla.

-Veguar-

"No sabía que mi hermano había dejado a Yukima embarazada antes de irse", exclama mientras mira con ahora seriedad a Toru.

Toru, al escuchar eso, nada más se queda totalmente callado antes de comenzar a respirar profundo para poder hablar.

-Toru-

Se queda un momento en silencio antes de comenzar. "Ella no es de mi padre, sino de ese monstruo", dice, mirando ahora con una mirada algo temblorosa al paquete de masitas.

Veguar, al escuchar eso, se le cae la mandíbula al saberlo. Antes que su mirada se llene de algo de odio.

-Veguar-

Ahora con la voz más alta. "¿Pero qué mierda? ¿Por qué esa niña sigue viva o por qué la cuidás, siendo hija de ese monstruo de Gron?", dice con una mirada de rabia al saber que Yukima fue obligada a tener un bebé con Gron.

"No voy a aceptar esto. No acepto a la hija de ese monstruo nunca, después de todo lo que hizo él", exclamó golpeando el puño en el mostrador. "Gron es peor que mi hermano, un hijo de puta que no le importa la vida humana", dice escupiendo veneno en sus palabras.

Pero Toru se levanta lentamente y le da una mirada muy penetrante y desafiante.

-Toru-

Comienza a acercarse lentamente sin apartar la mirada. "No hablés así de Hinata frente a mí", dice con voz muy firme, casi como una montaña. "Sí, Hinata puede ser hija de ese monstruo, pero eso no significa que sea culpada por todo el daño que hace Gron."

Se detiene frente a Veguar sin apartar la mirada, más que una frialdad muy dura. "Ella no es Gron."

Dice antes de poner el dinero en el mostrador y colocar todo lo que va a comprar.

"Esto es lo que voy a llevar", dice comenzando a poner una expresión neutral.

Pero todas esas palabras hacen que Veguar nada más agache la cabeza y vea al suelo con vergüenza.

-Veguar-

"Llevátelo gratis", dice dándole la espalda a Toru. "Tomalo como una forma de pedir perdón después de 10 años de ausencia", dice, metiéndose en una habitación.

Pero Toru, quien pudo ver la culpa en sus ojos, comienza a guardar todo lo comprado y deja el dinero en el mostrador antes de irse.

EN LA OSCURIDAD DE SU HABITACIÓN:

Veguar nada más se sienta en su cama con una mirada algo vacía, pero con una rabia y odio profundos en ellos.

Las voces suenan en su cabeza e imágenes de un barco en llamas comienzan a volver en su mente.

"¡Capitanaaa!", escuchaba. "¡Ahhhh!", escuchaba los gritos de sus compañeros siendo asesinados al llegar al Kiorikon.

"Ahahah... miren gente, esto les pasa a los que se rebelan", la voz de ese monstruo se escuchaba en su mente, sus risas mientras miraba cómo sus compañeros eran quemados vivos, todo por la diversión de esos malditos.

En su cama, Veguar sentada se agarra la frente mientras se le caen las lágrimas.

"Perdónenme chicos por traerlos a este infierno", dice en una voz muy baja mientras llora en el silencio de su cuarto, llena de rabia y dolor por lo que vivió al llegar a este lugar.

"Te deseo la muerte, maldito demonio con piel de humano", dice con las palabras inyectadas en veneno.

Mientras tanto, Toru caminaba en el camino de tierra, estando a kilómetros de su hogar.

Mientras una pequeña flor se agitaba antes de ser cortada por un pajarito y llevada para ser parte de un nido.

FIN DE CAPÍTULO 7