CAPITULO 9:COMIENZA LOS PROBLEMAS TORU.

El sol comienza a salir, las hojas de los árboles se agitan suavemente, mientras Toru, dentro de la cabaña, está calentando agua en una pava para hacer un té.

-Casoki-

Recién entrando en la casa con troncos. "Eu, Toru, parece que José se ha tardado de más en venir", dijo mientras metía leña a la salamandra de la cabaña para tener calor. "Eso me preocupa ya que nos dejó a Mimi a cuidado", añadió con algo de preocupación.

Y mientras Casoki decía eso, Toru no podía evitar recordar cuando vino José.

UNAS HORAS ANTES:

"Toc toc toc", sonaba la puerta. Toru, quien apenas se levantaba, se dirigió a la puerta para ver quién es a estas horas.

Al abrir la puerta, ahí parado estaba José con Mimi, quien se veía con sueño.

-José-

Levantando la mano para saludar: "Buenas mañanas, joven Toru", dice con su tono sereno y cansado. "¿Puedes cuidar de Mimi por mí? Ya que tengo unos asuntos en Kiorikon y no quiero dejar sola a Mimi", dice con algo de urgencia.

Toru, quien está sorprendido, no puede evitar darle unas miradas rápidas a Mimi, pero sin cambiar su expresión seria, dice:

-Toru-

Con un tono neutral: "Señor José, ¿para qué vas a Kiorikon?", dice Toru buscando una respuesta.

Pero José nada más agita la cabeza lentamente como rechazo.

-José-

Mirando a Toru: "Perdón, joven Toru, pero no puedo decirte lo que voy a hacer hoy", dice José, haciendo que Toru suspire, ya que no le queda más opción que cuidar a la pequeña hasta que vuelva José.

-Toru-

Levantando a la niña en brazos, quien se aferra a él, medio dormida: "Bueno, José, pero ¿no querés que te acompañe?", dice Toru mientras mira hacia la habitación donde Hinata duerme. Y añade: "Casoki está en la casa, puedo decirle que cuide a las dos pequeñas mientras te acompaño para que no te pase nada", dice Toru, intentando que el anciano acepte.

Pero este se gira y comienza a alejarse, no sin antes decir: "Dentro de una hora volveré. Cuida bien de Mimi", dice el anciano antes de irse, sin dejar que Toru lo pueda persuadir para acompañarlo.

VOLVIENDO AL PRESENTE:

Toru ve la leña quemándose mientras no puede dejar de sentir un gran mal presentimiento sobre esto. Pero, sin pensarlo más, se dirige hacia la puerta, agarrando su campera que estaba colgada en una silla.

-Toru-

Poniéndose la campera sin mirar atrás: "Casoki, cuida de las niñas. Yo voy a ver si no le pasó nada a José", dice mientras ya está abriendo la puerta.

Y así, Casoki, sin detener a Toru, se queda ahí, mirándolo con seriedad. Y mientras Toru cierra la puerta, Casoki piensa para sí mismo:

-Casoki-

"Bueno, Toru, cuidaré a las pequeñas", piensa para sí mismo mientras mira hacia la habitación, viendo cómo Mimi y Hinata duermen abrazadas sin ninguna preocupación en su rostro.

Pero Casoki no puede evitar mirar con preocupación hacia la puerta. "¿Por qué siento que algo malo le pasará a Toru? Grr... no pienses eso ahora, Casoki", se dice a sí mismo golpeándose los cachetes.

Afuera, el aire es más frío de lo habitual, haciendo que Toru acelere el paso.

-Toru-

Ahora corriendo hacia Kiorikon: "Nunca ha tardado tanto en venir, ya ha pasado más de dos horas que no viene", piensa Toru mientras corre con toda la velocidad que puede.

Al llegar a la entrada del pueblo, ve el mismo cartel, pero ahora quemado, como si alguien quisiera borrar lo que fue en el pasado ese pueblo.

Pero Toru no se distrae más y sigue corriendo, ahora en las calles de Kiorikon, que extrañamente están en silencio.

-Toru-

Ahora con la respiración más profunda, se detiene al escuchar una voz familiar.

"Ahyyy viejo, ya no podés más, vegetorio viejo", decía un hombre con tono burlón.

Toru, al escuchar eso, se voltea y lo que ve lo deja congelado. En una esquina, José está tirado, lleno de moretones, y frente a él un hombre corpulento de cabello naranja y mirada feroz.

-José-

Con una mirada llena de lágrimas y con los dientes bien apretados: "No le diré dónde está mi nieta. Nunca venderé a mi nieta a un monstruo como Gron", dice José sin perder la firmeza en sus palabras.

El tipo, quien ya no parece aguantar más la negativa del anciano, le da otra patada fuerte. Al lado de él está Juhiko, quien tiene su ojo cerrado como siempre lo tiene.

-Juhiko-

Ya cansada del espectáculo de su compañero, dice en su tono sereno: "Vamos, Toronji, deja al anciano. ¿No ves que esto es una pérdida de tiempo?", dice ella ya algo irritada.

Pero Toronji hace oídos sordos. Pero sin previo aviso, Toronji es golpeado por Toru, quien ahora está muy enojado con él.

-Toru-

Furioso y con el puño bien apretado, mira a Toronji: "¿Cómo te atreves, pedazo de imbécil, a golpear a José?", dice sin esconder su rabia.

Toronji, quien dio unos pasos atrás, nada más puede sonreír muy grande, y sin apartar la mirada comienza a acariciarse la mejilla.

-Toronji-

Sonriendo muy grande: "Miren, miren, miren quién está aquí. El mocoso que nunca pudimos domesticar", dice dejándose de acariciar la mejilla y da pasos lentos hacia Toru.

Toru se comienza a poner en pose de pelea mientras ve cómo Toronji sonríe con arrogancia.

Pero sin aviso, un joven de cabello azul y cuerpo medio musculoso sale de una casa rompiendo la ventana.

-¿???-

Apuntando con su dedo a Toronji: "Amigo, no tenés que pelear solo", dice el joven, poniéndose al lado de Toru. Pero Juhiko, al ver eso, se comienza a levantar para ayudar a Toronji.

Pero este levanta la mano como señal de que no se meta en esto.

-Pensamientos de Juhiko-

"Grr... otra vez me lo hace. A veces es estúpido o platica", resopla antes de volver a sentarse y mirar todo, o sentirlo, ya que nunca abre los ojos.

-Toronji-

Ahora levantando una sola mano: "Con este solo brazo les voy a meter una paliza a los dos, jajaja", exclama con arrogancia mientras mira a los dos jóvenes.

Toru, quien no puede quitarle la mirada de encima a Toronji, le dice:

-Toru-

"Estás muerto, imbécil", dijo Toru con la voz llena de odio y una mirada furiosa.

Y de un segundo a otro, el aire se detiene y el mundo deja de respirar por un solo momento, por la tensión que hay.

Fin del capítulo 9.