Capítulo 98 Obstrucción

El comentario de la anciana no fue del todo justo, confundiendo directamente a la joven enfermera, quien no sabía qué decir.

Zhao Tiezhu, de pie en la puerta, escuchó lo que dijo la anciana y no pudo evitar reírse a carcajadas.

La anciana parecía bastante formidable, y por la situación actual, debía ser un familiar, un hijo o hija con poder e influencia.

Al escuchar estas palabras, un sentimiento de temor golpeó repentinamente el corazón de la joven enfermera, surgiendo un mal presentimiento dentro de ella.

Pero la enfermera forzó una sonrisa en su rostro y continuó hablando.

—Tía, el médico jefe nos habló sobre su enfermedad anoche.

Antes de que la enfermera pudiera terminar de hablar, la anciana la interrumpió muy impacientemente.

—Basta, basta.

—Ni siquiera tienes que decirlo, ya sé el resultado, es incurable, ¿verdad?

Al decir esto, el temperamento de la anciana también se encendió.