Capítulo 126: Convalecencia

—¿Hermanos de sangre? —Al escuchar las palabras de Zhao Hua, Zhao Tiezhu murmuró suavemente, seguido de una alegría exuberante.

Siempre se había llevado bien con Zhao Hua, su compenetración era notable, como si hubiera encontrado a un alma gemela, pero lo que Zhao Tiezhu nunca esperó fue que Zhao Hua a menudo se hermanaba con otros.

Al instante, Zhao Tiezhu no pudo evitar esbozar una radiante sonrisa.

—¡Eso es maravilloso! —dijo Zhao Tiezhu.

—Hua, en realidad, yo tenía la misma idea desde el principio, pero temía que me menospreciaras por ser un paleto del campo, así que nunca lo mencioné. ¡Nunca esperé que fueras tú quien lo sugiriera!

Después de terminar de hablar, Zhao Tiezhu y Zhao Hua intercambiaron una mirada, y al instante, hubo una sensación entre ellos como si se conocieran desde hace mucho tiempo.

Al escuchar lo que Zhao Tiezhu había dicho, el corazón de Zhao Hua se llenó de auténtica felicidad.