Justo cuando Zhao Tiezhu estaba a punto de salir del hospital con las hermanas, Xiaoting, que había estado en su oficina, salió de repente y lo detuvo, lo que dejó a Zhao Tiezhu algo desconcertado.
—Xiaoting, ¿qué pasa? ¿Hay algún problema?
Xiaoting negó con la cabeza y dijo:
—No es nada grave. Solo quería preguntarte, Tiezhu. Recuerdo que tus habilidades médicas son extraordinarias, casi milagrosas.
—Entonces, ¿por qué no usas tus habilidades para tratar a la persona en la sala? Si lo curas, ¿no estarían todos felices?
Al escuchar esto, las hermanas al lado de Zhao Tiezhu lo miraron con ojos desconcertados.
Sin embargo, Zhao Tiezhu solo dejó escapar un leve suspiro.
—Ah, ¿crees que no quiero hacer eso?
—En este momento, la condición de Lanxiang ha mejorado bastante, pero todavía necesita permanecer en la UCI. La UCI requiere esterilidad absoluta. ¿Crees que podría llevar mis agujas de plata o Agujas Doradas allí?