Liu Zheng escuchó las palabras de Yang Jing y sintió una oleada de calidez en su corazón. Sonrió suavemente, con sus ojos mostrando un atisbo de confusión.
—Yang Jing, ¿por qué finges estar con dolor? ¿Todo esto es realmente solo para llamar mi atención?
La mirada de Yang Jing vaciló ligeramente. Se mordió el labio suavemente, sin saber cómo responder. Sabía que Liu Zheng, viéndola así, sin duda recordaría el pasado. Una vez habían estado tan enamorados, pero ahora eran extraños. Su corazón estaba lleno de recuerdos del pasado y arrepentimientos por el futuro.
Pareció haber un destello de comprensión en los ojos de Liu Zheng mientras ayudaba suavemente a Yang Jing a levantarse, hablando con ternura.
—Yang Jing, sé que tu acto de estar con dolor es solo para llamar mi atención. También sé que tu sufrimiento no es solo físico, sino más un tormento del alma. Ambos tenemos hermosos recuerdos del pasado, pero ahora, todo ha cambiado.