Capítulo 164: ¿Un Refugio de Paz?

—¡¿Qué?!

El Tercer Anciano frunció el ceño, nunca esperando que Ling Feng fuera tan tenaz, ¡que no hubiera caído muerto inmediatamente después de ser golpeado por su propia palma!

A cien metros por delante se encontraban los límites del Bosque Fantasma de Niebla. Apretando los puños, el Tercer Anciano permaneció fijo en su lugar, sin atreverse a dar ni medio paso adelante.

¡Una respiración!

¡Dos respiraciones!

¡Tres respiraciones!

Los ojos del Tercer Anciano estaban a punto de abrirse por completo, sus pupilas inyectadas en sangre, mientras dejaba escapar un rugido que sacudió el cielo y la tierra:

—¡Pequeña bestia!

Las palabras que Ling Feng había pronunciado antes de precipitarse hacia el Bosque Fantasma de Niebla dejaron al Tercer Anciano sintiéndose inquieto.

La Familia Jia, sin perdonar ni a los perros ni a las gallinas... ¡qué maldición tan vil!

El Tercer Anciano apretó los puños y dijo con una risa fría: