—¡Por fin, todos los datos han sido compilados!
En la oficina de Su Qingxuan, la instructora impresionantemente hermosa con una figura atractiva se estiró lánguidamente, haciendo que Leng Jianfeng, quien había estado ayudándola a consolidar los registros, se sonrojara profusamente.
Sin embargo, dado su tez oscura y la densa barba que cubría su rostro, era difícil para cualquiera notar su vergüenza.
—Gracias, Instructor Leng —dijo Su Qingxuan, ofreciéndole a Leng Jianfeng una leve sonrisa que hizo que su corazón se sintiera como si se estuviera derritiendo.
Su sonrisa era como una brisa primaveral sobre un lago o lluvia otoñal nutriendo la tierra, dejando a Leng Jianfeng completamente embriagado.
—Ja ja, ja ja ja...
Leng Jianfeng solo pudo reír tímidamente, rascándose la parte posterior de la cabeza. ¡Este hombre, generalmente astuto, frío y taimado con sus estudiantes, tan despiadado como un lobo, se convertía en un completo cobarde ante Su Qingxuan!