Apreciarlo en Casa

—Está bien, si tú lo dices —respondió Gao Chengwen con una risita y no discutió con el joven. Tomó el pergamino y lo extendió sobre una mesa cercana.

—¿Es esta la pintura de Wu Daozi, Cien Bestias? —preguntó Gao Chengwen, con la mirada agudizada.

—¿Qué piensas, es auténtica? —preguntó el joven ansiosamente.

—Es una falsificación. Esta pintura está borrosa. Ya sean las figuras, paisajes o pinturas de animales de Wu Daozi, todas son muy claras. Esta aparece bastante borrosa, claramente una falsificación —Gao Chengwen ofreció su evaluación.

—¿Una falsificación? ¡Eso no puede ser! Esta es una reliquia familiar —protestó el joven.

—Joven, no juegues la carta de la reliquia familiar aquí. Como acabo de decir, todos los que vienen a mi tienda afirman que sus artículos son reliquias familiares. Traen cuencos rotos y los llaman tesoros familiares —Gao Chengwen sacudió la cabeza y se rió.

—¿Cuánto puedes ofrecer por esta pintura? —preguntó el joven.