—Claro, esperaré a que traigas a Yuxin a casa. Por cierto, ¿Yuxin no está en casa hoy? —Jiang Qiuping dejó de pensar en cómo Xu Yang ganaba dinero y ahora estaba ansiosa por conocer a su nuera.
—Yuxin tenía algunos asuntos que atender, así que no está en casa —Xu Yang no quiso dar más explicaciones y mencionó directamente que Zhao Yuxin no estaba en casa.
—Está bien, no interrumpiré tu descanso entonces. Recuerda traer a Yuxin para el Festival del Medio Otoño. Si no la traes, ni te molestes en venir tú solo —dijo Jiang Qiuping.
—No te preocupes, me aseguraré de que conozcas a tu hermosa y sensata nuera —Xu Yang se rio.
Al finalizar la llamada, Zhao Yuxin salió de la habitación.
—Cariño, ya le he dicho a mi madre que visitaremos a mis padres durante el Festival del Medio Otoño —dijo Xu Yang y abrazó a Zhao Yuxin.
—De acuerdo. —Zhao Yuxin asintió, sin objeciones. Conocer a los suegros era inevitable, y el Festival del Medio Otoño parecía una ocasión adecuada para hacerlo.