Xu Yang y sus compañeros salieron del restaurante.
En el viaje de regreso a casa con Zhao Hai, Xu Yang preguntó:
—Papá, ¿has pensado en encontrar a alguien más?
Fue solo una pregunta casual, pero los ojos de Zhao Yuxin se iluminaron:
—Papá, creo que realmente podrías encontrar a alguien nuevo. De esa manera, alguien te cuidaría, y yo me sentiría tranquila. Además, aplastaría completamente las fantasías de Liu Yujuan.
Zhao Hai se debatía entre la risa y las lágrimas:
—Ustedes dos no necesitan preocuparse por mis asuntos. Después de todos estos años, me siento bastante contento estando solo, y me he acostumbrado. En cuanto a Liu Yujuan, no estoy lo suficientemente senil como para considerar volver con ella. Me reuní con ella hoy porque percibí lo que esperaba y quería ponerle fin.
Xu Yang dijo: