"""
Zhao Yulu forzó una sonrisa y dijo:
—Señorita Han, realmente no hay necesidad de formalidades. Si eres tan educada, ¿cuál es el punto de que tengamos esta comida? Decías que estamos comiendo juntas como amigas.
—Está bien, no seré más educada —respondió Han Mengting, que también era bastante directa. A estas alturas, seguir diciendo gracias era inútil, así que cambió de tema—. Por cierto, el chico que se fue contigo aquella vez, era tu novio, ¿verdad?
Zhao Yulu asintió:
—Sí.
Han Mengting dijo con envidia:
—Por la forma en que te miraba, debe haberte amado mucho. Era como si te valorara tanto que temía que te cayeras si te sostenía en su palma y temía que te derritieras si te guardaba en su boca. Me da tanta envidia que alguien te ame así. Ya deben estar casados, ¿verdad?
Zhao Yulu guardó silencio por un momento antes de decir:
—Rompimos.
Sacar este tema hizo que su estado de ánimo se volviera pesado.