—Habla claro —Jiang Zhiyong no tenía intención de dejar que Yao Qingfeng supiera sobre sus asuntos, pero este tipo Yao Qingfeng era realmente molesto.
Burlarse de mí y presumir delante de mí es una cosa.
Justo ahora, incluso escaló a acusarme de hacer trampa y estafar.
Ya que ese es el caso, deja que Pan Xinhui lo explique claramente y abofetee fuerte la cara de Yao Qingfeng.
—Está bien —Pan Xinhui asintió ligeramente y miró a Yao Qingfeng—. Señor, puede que el Sr. Jiang no conozca a nuestro jefe, pero su jefe conoce a nuestro jefe.
—¿Qué significa eso? ¿Su jefe conoce a tu jefe, así que le das un descuento? —Yao Qingfeng estaba algo desconcertado.
—Sí —Pan Xinhui asintió.
—Todavía no entiendo —dijo Yao Qingfeng, completamente perplejo.