Capítulo 45; Mamá, lo sentimos...

Lu Zi Zhen soltó una fuerte risita, al ser llamado guapo, sonriendo de oreja a oreja.

—¿Crees que soy guapo?

Lu Ting Cheng sonrió burlonamente ante su desvergüenza.

—Bastante tonto por decirle a los policías que querías seguir corriendo después de ser atrapado. Eres tan salvaje.

Ambos estallaron en una risa silenciosa, pero la alegría duró poco cuando escucharon pasos firmes resonando por el pasillo. Sabían que sus padres se acercaban apresuradamente.

Lu Zi Zhen habló rápidamente.

—Hagan sus apuestas, ¿quién creen que será el primero, Mamá o Papá? Un millón por la respuesta correcta.

Lu Ting Cheng gruñó ligeramente.

—Si es Mamá, podríamos sobrevivir con un sermón de varias palabras y lecturas, pero si es Papá... estamos reescribiendo nuestros testamentos. Deberías saberlo y olvidarte de apostar a esta hora tan extraña.

—Tsk... —Lu Zi Zhen sonrió con suficiencia.

La puerta se abrió con un chirrido, dejando entrar a las dos personas, para que supieran quiénes serían.