"""
—¡Su Alteza! —lo miró con indiferencia antes de desviar la mirada. Nada sobre esta Alteza le impresionaba o atraía.
—Huh.... ¡He oído hablar de ti! Y luego, ¡vi noticias tuyas corriendo por la autopista! —habló, mirándolo. Este chico tenía una actitud, se parecía más a su madre en las facciones y en la forma en que miraban a la gente con esa cara tan crítica.
—¡Oooh, Su Alteza! Todos cometemos un delito de vez en cuando, ¡pero ese no será el último! ¿No es así? —sonrió con desdén en voz alta, mirándolo fijamente. Su madre había olvidado ese incidente, ¿y ahora él tenía que mencionarlo? ¿Quién se creía que era?
El príncipe se sintió enfadado, y su rostro sonriente se arrugó inmediatamente. Lu Ting Cheng era respetuoso, pero este imbécil frente a él era otra cosa. Estaba lleno de espinas.