—Xia Wenyan, en algún momento vamos a hacer pública la identidad de Zhaozhao, y si mantienes esta actitud para entonces, ¡adelante y cambia tu apellido a Lu junto con Xia Wenjin!
Xia Wenyan miró a su hermano mayor con total incredulidad.
—No puede ser, ¿hablas en serio?
Aunque no era exactamente el favorito de la familia en casa, al menos sus hermanos mayores siempre lo protegían. Claro, el tercer hermano tenía a veces la lengua un poco afilada, pero aun así se preocupaban profundamente por él.
Palabras tan duras eran casi inauditas para él.
Pero ahora, viendo la expresión severa de Xia Wenjue, parecía no haber ni rastro de broma.
Apretó los labios, y la protesta que había llegado a su boca fue forzosamente tragada de nuevo.
Se volvió hacia Xia Wenqing algo tímidamente, justo a tiempo para oírle suspirar impotente y decir: