Ella hizo una pequeña pausa, su mirada desplazándose repetidamente por la figura de Sinian Song. Su expresión parecía haber vuelto a su estado habitual.
¿Fue solo su imaginación hace un momento?
Zhaozhao Lu apretó los labios, y finalmente habló lentamente:
—El viernes en el hospital, no tienes permitido besarme, abrazarme o levantarme en brazos frente a mis hermanos.
...
Los ojos oscuros de Sinian Song se hundieron ligeramente; al instante quiso fingir que no la había escuchado.
¿Por qué no podía besarla, abrazarla o levantarla en brazos frente a la gente de la Familia Xia?
Zhaozhao Lu no escuchó respuesta de Sinian Song, así que extendió la mano y tiró del borde de su ropa.
—¿Sr. Song?
Sinian Song la miró, luego apoyó su cabeza en el hombro de ella sin decir palabra.
Zhaozhao Lu le frotó suavemente la cabeza, adivinando por su comportamiento que debía estar disgustado.
Antes, Zhaozhao Lu había estado preocupada de que la depresión de Sinian Song estuviera empeorando.