Aunque el intercambio fue breve, el Tío Xia estaba seguro de que Huo Shiqian no era el tipo de persona que no podía distinguir entre el bien y el mal. Dado el comportamiento anormal de los dos, decidió esperar y observar, e incluso lanzó una mirada que detuvo a la Tía Xia y a Zhao Xiaogui, quienes casi no podían contenerse.
Xia Chuyi también había estado vigilando de cerca a Huo Shiqian.
Desde que la Abuela Xia había entrado y pronunciado aquellas palabras, la expresión de Huo Shiqian había permanecido inmutable. Aunque parecía tranquilo, sus ojos ya se habían vuelto fríos, como un estanque helado profundo y sin fondo.
Sus dedos golpeaban la mesa, produciendo un sonido tenue pero rítmico.
Entonces Xiao Wang hablaba según sus instrucciones.
¿Era este Huo Shiqian, odiando tanto a la Familia Xia que no quería hablar con ellos?
¿Eran los movimientos de sus manos algún tipo de método de señalización?