Al día siguiente, Will finalmente entró en el edificio del supermercado.
Había estado quedándose en su casa desde el sábado.
Mientras caminaba por el pasillo que conducía a su 'oficina', sus movimientos eran lentos. No podía evitar mirar cada rincón como si tuviera miedo de que lo estuvieran observando mientras caminaba.
Su postura también era diferente. Era obvio que tenía menos confianza. Aun así, había arrogancia en su forma de caminar. Era como si supiera, en el fondo de su mente, que todavía tenía una salida a este problema.
La puerta de la oficina administrativa se abrió cuando llegó.
Will se detuvo en la entrada.
Sus ojos escanearon la oficina, como si esperara que alguien más estuviera allí. Cuando no vio a Gray, solo a Marcus, que estaba sentado tranquilamente detrás del escritorio con una carpeta en la mano, sus hombros bajaron ligeramente.
—...Señor Marcus —murmuró Will, entrando lentamente.