Que buena es mi abuela. Tanto que cuando comienza una tarde para mí comienza un día. Ella es la que seca mis lágrimas de tristeza y la que hace que me salgan de emoción. Gracias a Dios todavía está con nosotros y deseo que esté durante mucho tiempo más. Se lo pediré a una estrella que pasará volando por el firmamento infinito, y será una señal para que le regale una estrella a mi abuela: la estrella del amor, que aunque no se puede tocar como estrella, se puede tocar como cariño