10. Rayos de luz

Cuando pienso en mi ser, solo pienso en la existencia. Aquella que se resta cada segundo. Gota a gota, con enfermedades que me azotan. Un rayo de luz me iluminó por dentro, y mis sentimientos se pusieron en modo Zen, para descubrir que una gota de lluvia puede mojar la naturaleza y aumentar la existencia. Cuando pienso en mis defectos, no los comparo con gotas de sufrimiento que se van deslizando por mí mente. Pienso en existir. En ser alguien más allá del viaje a la gloria. Aquella gloria que espera impaciente, pero que va dejando que el camino hacia ella sea largo. Me alegro al ver que comienza un día, y se va la luna, porque sé que vivo, sé que existo, y sé que mi espíritu tiene una luz muy potente que hace que mis descargas de luz sigan existiendo a la vez que sigo viviendo, que sigo existiendo, al saber que no es un sueño