Ahora noto que soy alguien distinto. Noto que la gloria es más fuerte que la muerte. No quiero pensar más en desgracias. Pensaré en la vida, aquella que siempre te ilumina, y que evita el fin de tu existencia. Me mantendré fuerte para vivir, y jamás adoraré el fin, porque si hay algo positivo es la existencia que la gloria nos da. Mientras tenga eso podré ser fuerte, y no tengo porque llorar ante las dificultades de la vida, porque sé que a pesar de todo puedo abrir los ojos. Nunca cederé ante las tentaciones de las penas oscuras, porque sé que puedo salir de ellas. Todas las tristezas pueden cambiar de un día para otros sin que te des cuenta, y me siento fuerte para superarlas hasta el fin