Bueno, bueno, ¡atención! Antes de que se apresuren y me acusen de ser "todo título, nada de promesas", déjenme decirles: prometo traer más capítulos y no abandonar esta historia a mitad de camino, a diferencia de otros que claramente solo buscan monetizarla. De hecho, mi objetivo es darle un toque de comedia.
Así que, ¡saludos como siempre de tu autor novato! Mi cerebro recibió una dosis de dopamina y decidí subirme a hombros de gigantes. Admito que aún no estoy al nivel de esos antiguos y profundos dioses de las historias del pasado, los que crearon sagas que te hacían rebuscar en páginas web chinas olvidadas solo para descubrir esas pepitas de oro de la cultivación pura. Es difícil ahí fuera, intentando no caer en el cliché del protagonista bendecido con una suerte infinita, haciendo que cada pelea y arco se sienta fresco y genuinamente interesante.
Pero estoy aquí, intentando inspirarme en esos viejos maestros. Mi objetivo es crear una historia cómoda y más ágil, construida sobre los mismos cimientos que esos legendarios creadores sentaron. No solo de tomos antiguos, claro está, sino incluso de los propios pasillos de la novela web. No recuerdo bien el nombre, pero había una increíblemente popular —si alguien la recuerda, ¡contácteme!— sobre un protagonista que obtiene poderes de dragón al ascender, se enamora de dos gemelas e incluso les da sangre de dragón. ¿Y toda esa estructura de mundo mortal, intermedio e inmortal? Ya está hecha.
Hablando de clichés conocidos, también está esa historia épica (y no, no me refiero a "A Will Eternal", aunque es una obra maestra) donde el huérfano protagonista se cae por un precipicio, se le pega una misteriosa perla en el pecho y empieza a absorber los poderes de todos. Sin spoilers, porque me la devoré entera, ¡pero no es difícil de encontrar!
Siendo sincero, es difícil crear algo original en esta era de novelas instantáneas y lecturas rápidas. Pero si alguna vez llego a la fama con mi dedicación masoquista a la originalidad, bueno, **"¡Mamá, soy famoso!"**
Así que, a mis seguidores invisibles, completamente invisibles —¿o son solo "visitas por visibilidad" y no "seguidores"? ¡Me siento estafado, para ser honesto!— les prometo quemarme las neuronas para que esta historia no sea aburrida ni predecible. Los lectores ocasionales que se topan con mi humilde librito (o intento de libro) saben que le estoy poniendo toda mi alma. Los invito, con todo el cariño que un autor novato puede tener, a leer los capítulos cuando estén disponibles.
¡Hasta la próxima, queridos desconocidos! ¡Hasta el próximo clic desconocido!