Los ojos de Lily se abrieron lentamente, su visión adaptándose a la tenue luz matutina que se filtraba a través de las cortinas. Un momento de confusión la invadió hasta que registró el calor presionado contra su espalda.
Su respiración se detuvo en su garganta.
Zayn estaba durmiendo a su lado, con su brazo posesivamente sobre su cintura. Sus cuerpos encajaban perfectamente, como piezas de un rompecabezas. A diferencia de antes, Lily se sentía segura en los brazos de Zayn. Nunca se había sentido así con nadie más antes.
Lily comenzó a recordar lo que sucedió antes de perder el conocimiento. Zayn la estaba cargando a pesar de sus propias heridas. Recordó cómo él había declarado a la manada que ella era su Luna. Que si se atrevían a cortarla, tendrían que cortarlo a él también.