Capítulo 65: Una Mano Amiga

El sonido de los cuerpos golpeando el suelo resonó por todo el campo de entrenamiento mientras Zayn rodeaba a su oponente. El sudor brillaba en su pecho desnudo, sus músculos tensos y listos para atacar. Tres guerreros ya yacían derrotados en los laterales, gimiendo de dolor.

—Levántate —gruñó Zayn al cuarto aprendiz tendido en el suelo—. El enemigo no te dará tiempo para recuperar el aliento.

El joven guerrero, apenas de veinte años, se esforzó por ponerse de pie. Su labio sangraba y apenas podía mantenerse erguido. Aun así, levantó los puños, con determinación ardiendo en sus ojos a pesar del miedo.

Zayn no esperó. Se abalanzó hacia adelante, fingió ir a la izquierda, y luego golpeó con brutal precisión. El guerrero se desplomó en el suelo nuevamente, esta vez escupiendo sangre.

—¡Otra vez! —ladró Zayn.

—Es suficiente, Zayn. —Ezra dio un paso adelante desde la multitud que se había reunido para observar. Su voz era firme, la única que se atrevía a desafiar al Alfa.