Ruby sugirió que visitaran a la familia del trabajador herido después de unos momentos de silencio en el coche. El viaje había estado cargado de pensamientos sobre el caos en el sitio. La ira, el dolor y la injusticia se sentían demasiado cerca, y Ruby sabía que ver a la familia del trabajador pondría todo en una perspectiva más clara.
—Deberíamos visitar a su familia —dijo en voz baja, rompiendo la tensión en el coche.
Stefan la miró, con la mano apoyada en el reposabrazos, su rostro aún tranquilo a pesar del tumulto anterior. —¿Crees que ayudará?
Ruby asintió. —Creo que es lo mínimo que podemos hacer. Necesitamos mostrarles que nos importa lo que sucedió—que no es solo un negocio para nosotros. Tenemos que asegurarles que estás aquí para ayudar.
Stefan no respondió de inmediato, pero la expresión en su rostro le dijo a Ruby que lo estaba considerando. —Tienes razón. Vamos.