Demasiado Tarde Ahora

Ivy tomó una respiración profunda antes de abrir la puerta de la habitación de Stefan.

Stefan levantó la mirada cuando Ivy entró, su expresión indescifrable. Estaba sentado junto a la ventana, con la luz del sol tocando su rostro, perdido en sus pensamientos. Había intentado contactar a Ethan pero había sido un intento inútil.

Ivy, recordando todo lo que le habían dicho, sonrió suavemente.

—Hola, ¿estás bien?

Él asintió levemente.

—Solo he estado pensando.

Ivy cruzó la habitación lentamente y se sentó a su lado, tomando su mano.

—¿Sobre Ruby?

Él la miró, claramente sorprendido.

—Sí... ¿cómo lo supiste?

—¿Cómo no lo sabría? Quiero decir, vi cómo la miraste cuando se fue —dijo ella, con voz suave pero cautelosa—. Vi la confusión... el dolor. Parecía que te lo estabas creyendo.

Stefan permaneció en silencio, y ella continuó.

—Stefan... sé que estás confundido. Sé que dijo cosas que probablemente no tenían sentido. Pero por favor... no dejes que distorsione lo que tenemos.