La confianza de Qin Xiruo no carecía de fundamento. Para todos, ella era considerada amable, gentil y empática. La versión de los hechos ampliamente aceptada era que Ling Chunxi había causado la lesión en el brazo de Qin Xiruo y había perjudicado su progreso de cultivación, sin embargo, la indulgente Qin Xiruo siempre la protegía. Dada su actuación de primera categoría, ¿quién sospecharía que Qin Xiruo tenía un espíritu malicioso tan bien oculto? Incluso si Ling Chunxi hablara en contra de esta falsa narrativa, ¿quién creería lo contrario a estas alturas?
—Lamentablemente, tienes razón Qin Xiruo. Nadie me creería si dijera la verdad. Todos piensan que eres esta persona amable, gentil y cariñosa. Nadie sabe lo malvada que realmente eres. Compadezco a todos los hombres que te gustan. Qué ciegos están —Ling Chunxi sacudió la cabeza con incredulidad y dejó escapar un suspiro amargo.
Qin Xiruo no pudo evitar reírse.