Punto de vista de Diane
Un pitido constante llenaba el silencio. Mis párpados se abrieron ante un techo cegadoramente blanco. Por un momento, mi mente se sentía como estática—en blanco, desorientada. Luego, como una inundación, todo volvió de golpe.
La confrontación con Liam. El accidente.
Un dolor sordo pulsaba a través de mi cuerpo mientras me movía ligeramente. Mi garganta estaba seca, mis extremidades pesadas. Alcancé mi teléfono en la mesita de noche, haciendo una mueca por el esfuerzo. No lo había sostenido desde el accidente, y el temor se instaló en mi estómago mientras desbloqueaba la pantalla.
Llamadas perdidas. Mensajes.
Reproduje mi buzón de voz. El primer mensaje de Robert. Una actualización rápida del trabajo, preocupación en su voz. El siguiente hizo que mi pulso se acelerara.
Liam.
«Diane, sé que estuviste en la casa hoy. Lo que sea que creas que encontraste, lo que sea que estés planeando—no funcionará».