Dulce Aperitivo

El punto de vista de Diane

Las puertas del ascensor se abrieron con un suave timbre, y entré en el estacionamiento subterráneo, con el corazón aún acelerado por la confrontación de arriba. Las luces fluorescentes proyectaban sombras duras, dando a todo un aspecto crudo, casi irreal.

El sonido de mis tacones resonaba en las paredes de concreto mientras me dirigía hacia la salida, cada paso impulsado por una mezcla de adrenalina y vindicación.

Lo había hecho. Me había enfrentado a Liam, lo había visto retorcerse, y había plantado las semillas del miedo en su mente. La expresión en su rostro cuando dejé caer esa lencería sobre su escritorio—puro pánico. Era embriagador.

Al doblar la esquina, un vehículo familiar captó mi atención. El preciado Audi R8 de Liam, reluciente bajo las luces del estacionamiento. El auto que amaba más que cualquier cosa—quizás incluso más de lo que me había amado a mí. Disminuí mi paso, atraída hacia él como una polilla a la llama.