Caliente

Un foco de luz atravesó la pista de baile.

Niva se deslizó en los brazos de Velor como un verso que encaja en el ritmo.

Él la atrajo hacia sí... tan cerca que el momento contuvo la respiración. Y la música comenzó. Una melodía baja y sensual. Algo antiguo.

Los dos empezaron a moverse. Él guiaba con gracia dominante; ella seguía con lánguida precisión. Cada balanceo, cada giro, cada movimiento de su cintura bajo su mano atraía más la atención de la sala.

Ella se inclinó hacia atrás dramáticamente, sus mechones cayendo como luz fundida mientras la mano de Velor sujetaba su espalda, arqueándola con control.

—Presumido —murmuró Miera entre dientes, aunque sus ojos estaban abiertos, absorbiendo cada momento. Su lenguaje corporal gritaba 'celos'.

La mirada de Otoño, sin embargo, no estaba en la pista de baile. Su mirada había derivado hacia algún lugar lejano... estaba distraída.