Capítulo 50

Capítulo 50 - El Testigo No Invitado de una Afirmación Escandalosa

Mi corazón retumbaba en mis oídos mientras me obligaba a seguir caminando junto a Damien, extremadamente consciente de aquel Bentley que entraba en la entrada. Cada paso se sentía como si estuviera atravesando arenas movedizas. Si Elias Easton había presenciado aquella escena fuera del apartamento de Julian, estaba condenada.

—¿Hazel? —la voz profunda de Damien cortó mi pánico—. Te has puesto completamente pálida.

Tragué saliva con dificultad, mi garganta repentinamente seca.

—Ese coche... creo que lo he visto antes.

—¿Dónde exactamente? —sus ojos se estrecharon con preocupación.

Ya no había escapatoria. Tendría que enfrentar esto directamente.

—¿Podemos caminar a algún lugar privado por un minuto? —pregunté, apenas logrando mantener mi voz firme—. Necesito decirte algo antes de que nos encontremos con el Sr. Easton.