Capítulo 95 - Confesión del corazón entre cócteles
—Creo que me estoy enamorando de Damien Sterling.
Las palabras salieron de mi boca antes de que pudiera detenerlas, quedando suspendidas en el aire entre Victoria y yo como el vapor de nuestros cócteles. Habíamos trasladado nuestra conversación íntima desde el nevado campamento hasta el lujoso interior de la autocaravana familiar de Victoria, donde ella había insistido en preparar sus famosos martinis de granada.
Los ojos de Victoria se abrieron ligeramente, y luego una sonrisa cómplice se extendió por su rostro.
—Bueno, ya era hora de que lo admitieras.
Gemí, hundiéndome en el mullido sofá de cuero.
—¿Es tan obvio?