Capítulo 145 - Susurros de perdón, ecos de un festín
—¿Sobre qué? —repetí, sintiendo que mi corazón se aceleraba ante la expresión inescrutable de Damien.
—Sobre compartir tus problemas conmigo —dijo, con voz más suave ahora pero no menos intensa—. Quiero saber si me dejarás entrar, Hazel. Realmente dejarme entrar.
Me mordí el labio, considerando sus palabras. La verdad era que abrirme completamente me aterrorizaba. Cada vez que me había hecho vulnerable en el pasado, había terminado herida. Primero por mi padre, que eligió a Eleanor e Ivy por encima de mí y de mi madre. Luego por Julian, que tiró por la borda seis años de nuestra relación por un "último deseo".
Pero Damien no era como ellos. Lo había demostrado una y otra vez.
—Lo intentaré —susurré finalmente, obligándome a encontrar su mirada—. No puedo prometer ser perfecta en ello, pero lo intentaré.
Sus ojos se suavizaron.
—Es todo lo que pido.