Una Ofrenda de Paz Maliciosa

POV de Liam

Cerré la puerta de mi oficina de un portazo y me aflojé la corbata. Esa mujer me estaba volviendo loco. No podía concentrarme. No podía pensar con claridad. Todo por culpa de Hazel Vance y sus enloquecedores ojos verdes.

—¿Mañana difícil? —preguntó Damian, apoyándose en el marco de mi puerta con una sonrisa de complicidad.

Lo fulminé con la mirada.

—No empieces.

Damian entró y se dejó caer en la silla frente a mi escritorio.

—Demasiado tarde. ¿Esa pequeña escena que interrumpí? Oro puro.

—He perdido la cabeza —murmuré, pasándome las manos por el pelo.

—O has encontrado algo por lo que vale la pena perderla —replicó Damian—. ¿Aceptó tu proposición?

Caminé de un lado a otro de mi oficina.

—Está pensándolo.

Damian silbó por lo bajo.

—¿En serio le propusiste a tu asistente una aventura de una noche? Movimiento audaz, Sterling. Incluso para ti.

—¡Tenía que hacer algo! —exclamé—. Esto... lo que sea que hay entre nosotros... está afectando mi trabajo.