Una llamada inoportuna y un corazón palpitante

El punto de vista de Hazel

Me quedé mirando el nombre de Sebastián en la pantalla de mi teléfono, repentinamente nerviosa por contestar. Respirando profundamente, deslicé para aceptar la llamada.

—¿Hola? —Mi voz salió más suave de lo que pretendía.

—Srta. Shaw —la voz profunda de Sebastián tenía una cualidad gentil que me tomó por sorpresa—. Me disculpo por enviar el coche sin preguntar primero. Espero que no haya sido una molestia.

—Para nada —respondí rápidamente—. Aunque soy perfectamente capaz de llegar a casa por mi cuenta.

—Soy muy consciente de sus capacidades. —Había una sonrisa en su voz—. Considérelo una cortesía, nada más.

Una pequeña parte de mí se preguntaba si había algo más detrás de su amabilidad, pero alejé ese pensamiento.

—Gracias —dije simplemente—. Pero aún no me ha dicho por qué llamó antes.

Hubo una breve pausa.

—Quería comprobar si se había recuperado de nuestra cena de la otra noche. Me doy cuenta de que la conversación se volvió bastante... intensa.