El punto de vista de Hazel
La comisaría de policía era fría y estéril. Mi voz se mantuvo firme mientras relataba cada detalle de los delitos financieros de mi padre y mi madrastra al detective que tomaba mi declaración.
—¿Y tienes documentación que respalde todas estas acusaciones? —preguntó, levantando la vista de sus notas.
Asentí.
—Cada transacción, cada contrato falsificado, cada cuenta en el extranjero. El equipo de seguridad de Sebastián me ayudó a recopilar todo.
Las cejas del detective se elevaron.
—¿El equipo de Sebastian Sinclair?
Sonreí levemente. El apellido Sinclair abría puertas incluso en lugares como este.
—Sí. Han sido fundamentales para descubrir toda la magnitud del fraude.