## El punto de vista de Hazel
—Lo siento —solté de repente, las palabras saliendo de mis labios antes de que pudiera detenerlas.
La mano de Sebastián se desprendió del pomo de la puerta mientras se giraba para mirarme de frente.
—¿Por qué?
Jugueteé con el borde de mi manta, evitando su mirada penetrante.
—Por ser difícil. Por alejarte cuando solo intentas ayudar.
Regresó a la cama, sentándose más cerca esta vez.
—No necesitas disculparte por eso.
—Sí necesito —insistí—. No es justo para ti. Es solo que... —me detuve, buscando las palabras adecuadas.
—¿Solo qué? —Su voz era suave, alentadora.
Tomé un respiro profundo.
—Tú eres Sebastián Sinclair. Segundo Maestro de una de las familias más poderosas del país. Y yo soy solo... yo. Una diseñadora con un matrimonio fracasado y más equipaje que una cinta transportadora de aeropuerto.
La expresión de Sebastián se oscureció.
—¿Es así realmente como te ves a ti misma?