Una Súplica Desesperada y una Revelación Impactante

## El punto de vista de Hazel

Tres días de silencio por parte de Sebastián me habían dejado ansiosa. No dejaba de revisar mi teléfono, esperando un mensaje que nunca llegaba. El ajetreado día de trabajo en el estudio de diseño me ayudaba a distraerme, pero cada vez que mi teléfono vibraba, mi corazón daba un vuelco.

Cuando finalmente vi su nombre en mi pantalla durante el descanso para almorzar, casi se me cae el sándwich.

—¿Sebastián? —contesté inmediatamente.

Su voz profunda llegó a través de la línea, reconfortándome a pesar de mi persistente dolor.

—Hazel. Lamento haber desaparecido.

—Tres días sin una palabra —dije, tratando de mantener mi voz firme—. Eso es más que "desaparecer".

Él suspiró.

—Lo sé. Manejé las cosas mal.

—Se podría decir eso. —Dejé mi comida, había perdido el apetito—. ¿Un viaje de negocios de la nada?

—No fue una mentira —dijo Sebastián—. Pero admito que podría haberme quedado en la ciudad si hubiera querido.