Con la incorporación de Mu Can, nueve dragones gigantes formaron la Gran Formación e instantáneamente sometieron al furioso Gigante rojo.
—Ustedes, criaturas rastreras insignificantes —el Gigante rojo rugió con fuerza, balanceando el Palo de Piedra con más ferocidad.
Al escuchar las palabras del Gigante rojo, Mu Can sintió una extraña sensación surgiendo en su corazón.
El Clan del Dragón, considerado como deidades en el Mundo Mortal y también una de las razas dominantes en el Mundo Inmortal, estaba siendo tratado como simples insectos por estos Gigantes comedores de carne y bebedores de sangre.
—Maldita sea, mátenlo —el Clan del Dragón, la raza que más valora la dignidad en el mundo, escuchó al Gigante rojo atreviéndose a insultarlos, y Pequeño Rojo enloqueció al instante.
El poder de la Formación de Nueve Dragones se ejerció al máximo, y los nueve dragones gigantes de colores se reunieron para crear un enorme tornado multicolor.