—No eres un buen actor —Mu Can miró fijamente a los ojos de la otra persona, pronunciando cada palabra deliberadamente.
Sin importar cuán bien escondida estuviera, esta figura, que no debería haber aparecido en la ilusión de Mu Can, finalmente se delató.
A partir de esa frase, Mu Can confirmó inmediatamente la verdadera identidad de la figura frente a él.
—¿De qué estás hablando? —Parecía que las palabras de Mu Can lo habían provocado, ya que el rostro de la persona se tornó visiblemente rojo.
—No sé por qué elegiste revelarte, pero desde el momento en que decidiste encontrarte conmigo, estaba destinado a que yo te descubriera —dijo Mu Can con una mirada triunfante, una sonrisa presumida jugando en sus labios.
Si no fuera por la aparición de esta figura, a Mu Can le habría tomado mucho más tiempo penetrar este Reino Secreto.
—¿Cómo me descubriste? —A estas alturas, la figura opuesta ya no lo negaba.