Leo se sorprendió al ver a Su Yang seguirlo fuera del aula.
Estaba a punto de irse cuando la clase estalló en otra ronda de risitas, seguida de un silencio abrupto —hasta que el grito furioso del profesor resonó una vez más.
—¡Fuera!
Esta vez, fue Su Yang quien salió.
Sin tener idea de qué había hecho mal Su Yang, Leo lo miró, con evidente confusión en sus ojos.
Por un breve momento, Su Yang le devolvió la mirada con el ceño fruncido, pero luego, como si hubiera accionado un interruptor, su habitual sonrisa arrogante regresó, y soltó una fuerte carcajada.
—¿Por qué me miras así, Fragmento del Cielo? ¿Realmente pensaste que eras el único contra quien tenía una vendetta? —preguntó Su Yang, su elección de palabras dejando a Leo completamente perplejo.
—¿Vendetta?