El profesor Marvin no mostró piedad con aquellos que no lograron completar las 100 vueltas de carrera hoy tampoco.
Además de reprenderlos severamente y amenazarlos con expulsarlos de la Clase Élite si no alcanzaban el nivel lo suficientemente pronto, también los humilló públicamente, haciéndoles preguntas incómodas sobre su propia mentalidad y fuerza de voluntad.
—Aquellos que no lograron completar las 100 vueltas hoy, repetirán el proceso mañana, mientras que el resto de la clase avanzará a la siguiente etapa —informó Marvin, y en lugar de permitirles avanzar, les asignó fríamente el mismo castigo para mañana, que era correr otras 100 vueltas.
Mientras tanto, los estudiantes que tuvieron éxito fueron promovidos a la siguiente fase de entrenamiento: ejercicios con chaleco lastrado.