(Arena del Dios del Cielo — Ronda de 32: Du Plessis vs. Pistachio)
La multitud rugió cuando los primeros luchadores del día subieron a la arena de las Praderas Planas.
Du Plessis ajustó sus espadas cortas con una sonrisa arrogante, saludando hacia las gradas donde los seguidores de Rodova estallaron en vítores, mientras que frente a él, Pistachio, tranquilamente se encogió de hombros, con ojos calmados e indescifrables.
—¡Y comenzamos! —exclamó Derek cuando el árbitro dio la señal para que comenzara el combate.
Du Plessis cargó primero, con las hojas destellando mientras presionaba a Pistachio a la defensiva. Sus ataques llegaron rápidos y afilados, una ráfaga de precisos cortes que obligaron a Pistachio a retroceder paso a paso.
—Por ahora, todo es de Du Plessis —comentó Lee—. Claramente es el luchador más rápido, y está aprovechándolo.
En cuestión de momentos, Du Plessis parecía empujar a Pistachio hacia el límite marcado de la arena, dictando completamente el ritmo.